La complejidad de tomar decisiones desde el negocio y el corazón

Posteado el 15. Feb, 2017 por en Artículos, Comunicación, Empresas, Empresas Familiares, Encuentros Empresarios, Protagonistas, Relaciones Positivas, Socios, Sucesores

El negocio familiar sostiene en su núcleo dos sistemas relacionales muy distintos. Sin objetivos similares y manejados con lógicas también disímiles. De por sí, esta combinación deviene en una base estructural conflictiva latente, que requiere la articulación de dos ámbito con premisas de acción contrarias, lo que genera un sistema en constante tensión. Nada fácil de administrar. Lo cierto es que todo caso complejo inspira la búsqueda de principios básicos que intenten retornar el sistema al equilibrio, a destrabar la tensión.

A continuación un detalle de los puntos que componen cada sistema, y cómo funcionan idénticos principios en ámbitos diferentes como son la empresa y la familia.

Familia:                                                                                                      

  • Zona de ocio
  • Intereses emocionales
  • Lazos de unión primarios
  • Vínculos basados en el afecto
  • Orientación hacia el apoyo y protección de los miembros

Empresa:

  • Zona de negocio
  • Intereses económicos
  • Lazos de unión secundarios
  • Vínculos basados en intereses
  • Orientación hacia el logro profesional y económico

Principio familiar:

  • Selección: dar la oportunidad a los que la necesitan.
  • Compensación: asignar recursos de acuerdo con las necesidades individuales de desarrollo de los familiares.
  • Evaluación: establecer diferencias de acuerdo a las necesidades de cada uno.
  • Capacitación: proporcionar oportunidades para satisfacer las aspiraciones de los integrantes de la familia.

Principio Gerencial:

  • Selección: contratar los recursos más competentes
  • Compensación: asignar sueldos y beneficios por valores del mercado y evaluación de capacidad.
  • Evaluación: diferenciar a las personas por su capacidad de rendimiento.
  • Capacitación: proporcionar oportunidades orientadas a satisfacer las necesidades del negocio.

Demostrar  la complejidad de las relaciones mediante un enunciado práctico nos ayudara a echar más luz sobre la cuestión: si tomamos el tema de selección, podemos argumentar que en el ámbito familiar todos son iguales  y que, desde una óptica de protección, la familia saludable dará apoyo y ayuda a los más necesitados para asegurarse que nadie quede abandonado por contar con menos posibilidades de realización que los demás. En cambio, este criterio en el ámbito empresario no es aconsejable, y por el contrario el propósito de cualquier selección es diferenciar entre los más o menos competentes, con la intención de integrar a los primeros y descartar a los segundos. Pero, cuando los polos se juntan (empresas y familia): ¿qué aconsejamos hacer a un padre cuyos hijos no cuentan con el mismo talento empresario: dejar al mejor y echar al peor? ¿promueve a uno y relega a otro? ¿ los trata como a iguales aún cuando su rendimiento sea muy desparejo? ¿Generará resentimientos actúe de una o de otra manera? ¿Cómo encontrar la salida de esta trampa que en una empresa de capital anónimo no traería ningún tipo de duda?

Dos modos de evolucionar:

Dentro de las características estructurales del negocio familiar, es preciso reconocer los dos modos posibles de evolución. En el sistema relacional familiar, pasa el tiempo y los roles dentro de la familia  van evolucionando merced a nuevas necesidades: la pareja primero no tiene compromisos externos pero luego, debe plantearse sostener el hogar, educar a los hijos, ayudar a otros miembros de la familia y dar respuesta a la edad mayor de sus padres. Si se sigue esta línea del buen desarrollo familiar, cualquier integrante, aún siendo “familiarmente ineficiente”,  permanecerá integrado porque es misión de la familia ser un lugar de contención y pertenecía absoluta.

En cambio, si nos referimos al desarrollo del rol empresario, los roles cambian, una empresa necesita primeramente de un soñador orientado a logros que la ponga en marcha. Pero, para expandirse requiere que se reconozcan las oportunidades y se les aproveche que se logre organizar la empresa y desarrollar equipos de trabajo y, finalmente, la planificación estratégica de las decisiones. Esta es la línea de un buen desarrollo del negocio. Vale la pena pensar la gran exigencia que conlleva anclar un sistema evolutivo sobre otro sin descuidar ningún ámbito. Por eso es fundamental ayudar a triunfar en el intento a los fundadores de negocios familiares. Para comenzar, deberán tener en cuenta dos principios: uno epistemológico y otro psicológico.

1.-Cuando quiera resolver un problema invierta tiempo y energía en formulario de manera correcta. En la adecuada formulación de un problema reside el 50% de sus posibilidades de solución. Y no hay peor cosa que aplicar soluciones simples a problemas complejos o no comprendidos ya que, lejos de resolverlos, terminan agravándolos.

2.- A pesar de que el fundador típico suele ser una persona con una inusual capacidad de visión  y una organización psicológica que le permite asumir riesgos sin intimidarse, dadas sus características de personalidad, no será fácil que reconozca que tiene un problema previamente a que se le presente como un asunto concreto. También es posible que aparezca la negociación, que actúa simplificándolo o dejando de lado ciertos problemas “como si no existieran” para continuar su acción, sin paralizarnos. En este punto, sin entrar en una dimensión patológica de la negación, suele ser una herramienta útil que pone en archa la acción y genera un camino hacia el éxito. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario: que lo negado sean problemas estructurales y la pirámide construida se derrumbe al poco tiempo (llamado en la psicología “la trampa del fundador”).

Desde niños, sentirse parte

Es necesario saber que una buena sucesión de empresa familiar se comienza a gestar en la infancia de los hijos. Es habitual escuchar emociones sobre aromas, imágenes y colores de las fábricas que los hoy miembros activos de una empresa recuerdan, al ir de la mano de los padres fundadores. Hay niños a los que se les enseña a amar y a sentirse cómodos en el negocio familiar, se los incluye primero como en un juego y su relación con la empresa se vuelve parte significativa de su vida. A otros, se les enseña a apreciar las ventajas que generan formar parte del negocio familiar; pero también hay casos más extremos, donde la inclusión no está planteada y la empresa se vuelve para el niño una amenaza que le “roba “a papá y a mamá, que llegan  a la casa sin ganas de jugar, cansados por la tarea cotidiana. Lo fundamental es advertir a tiempo qué camino se desea tomar: allí radica gran parte del éxito del futuro entre las relaciones y la evolución.

EMPRESA-FAMILIAR-1

Tags: , ,

Comentários cerrados.