El Propósito y el Sentido de Trascendencia
Posteado el 12. Mar, 2023 por Administrador en Otros temas
Hay un cuento ya famoso en los ámbitos de management que sitúa la acción en LA –California- y que relata los siguientes hechos imaginados:_ un día llega muy contento el accionista mayoritario de una empresa y entra directamente en la oficina de su CEO. Con notable entusiasmo le pide que se levante y lo acompañe a dar una vuelta porque quiere mostrarle algo.
El sorprendido CEO sale apurado terminando de ponerse el saco, sube al automóvil de su jefe y parten hacia las colinas que rodean la ciudad. Desde una vista panorámica donde se pueden ver las mansiones de Beverly Hills, el accionista se dirige hacia el CEO y le dice: «¿Que ves allí abajo?»
El CEO contesta: «Un panorama de mansiones fastuosas, gente jugando al tenis en canchas privadas, un helicóptero junto a una piscina, precisamente veo muchas piscinas y personas tomando sol y algunos tragos y….» ¡Bueno! –lo interrumpe el accionista- quiero asegurarte que, si trabajas duro pero muy muy muy duro por muchos muchos años, tenlo por seguro, ¡un día todo eso será mío!
Sin dudas que se trata de una ironía, de una caricaturización del funcionamiento del capitalismo. Pero una versión de la que hay que cuidarse porque se puede caer en ella con facilidad.
Aunque haya quienes creen que el puro egoísmo es la verdadera esencia del capitalismo, yo no lo veo de esa manera. Si fuera solamente así la gente trabajaría solo por ganar dinero pero sin motivación ninguna tendiendo fácilmente a la depresión. Y está claro que hay muchísimas empresas de las que se puede decir que se han constituido en atractivas “marcas empleadoras” porque mucha gente desea trabajar en ellas y porque quienes efectivamente trabajan en ellas sienten una profunda satisfacción.
También es observable que hay muchas a las que les gustaría emularlas, pero que no saben cómo.
Para estas últimas tengo algo que decirles. A través de la experiencia en mis años de trabajo, he podido identificar que todas las organizaciones que se destacan por la alta satisfacción laboral ofrecen un relato que contiene dos cualidades: 1. un fuerte Sentido de Propósito y, 2. una Visión de trascendencia.
Por supuesto que ambas cualidades superan el mundo laboral dado que son alimentos esenciales para la salud del espíritu humano. Pero dentro de las organizaciones constituyen la fuente de compromiso y de multiplicación sostenible de la riqueza.
En su libro “El hombre en busca de Sentido” Viktor Frankl reconoce el poder del Sentido de propósito que tuvo la oportunidad de observar en los campos de concentración y profundamente en sí mismo. De hecho, le adjudica a este la virtud de haberle permitido aferrarse a la vida hasta que llegó la liberación. Recuerdo la escena de su relato cuando -despojado de todo lo material- trataba de conservar sus escritos escondidos entre lo que le quedaba de sus ropas. Y que, cuando finalmente se los quitaron, supo conservar dentro de su mente con la esperanza de escribirlos algún día. Según él, fue ese anhelo de trascendencia más que ninguna otra cosa lo que le permitió conservar la vida.
Pero el Sentido de Propósito y la Visión de Trascendencia no es algo propio de las situaciones extremas, sino una necesidad humana esencial. Tal vez la principal condición que nos diferencia de los animales.
Debido a esta importancia, la Visión de las empresas no debería nunca constituirse como un mero slogan publicitario. Por el contrario, debería ser la respuesta sintética pero poderosa a dos interrogantes: Para qué estamos aquí y Qué valor le agregamos a la sociedad. Y serán las respuestas a estos conceptos las que harán la gran diferencia en la mente y el corazón de todos sus colaboradores.
Algunos pueden pensar: “¿para qué tanta lata? Finalmente las empresas están para ganar dinero”. Considero que esa respuesta es válida pero también incompleta. Creo profundamente que las empresas están para crear riqueza, que incluye ganar dinero pero no lo agota. Porque ese dinero que se gana debe ser la consecuencia de entregar algún valor y no una mera especulación carente de contenido.
La labor empresaria debe superar las limitaciones de los Juegos de suma cero. En efecto, no está allí para lograr riqueza a costa de lo que otros pierden. Para eso basta con las guerras. Las empresas deben agrandar la riqueza y hacerla sostenible. Y para lograrlo requieren del compromiso, la creatividad y el entusiasmo de las personas que trabajan en ellas y para ellas. Y estas tres condiciones nunca se logran sin la colaboración de una poderosa Visión Compartida.
Entendemos a la Visión como el centro neurálgico y emocional desde donde se proyecta el sentido de todas las cosas que hace una empresa, y que por eso debe dar respuesta al interrogante de cuál es el Propósito central de toda su labor.
Pero además, y por consecuencia, la Misión de una Visión es la de inspirar a los líderes para dirigir sus equipos, promover el saludable sentimiento de integridad por hacer las cosas bien, la de promover la cooperación y la de fomentar la mutua confianza que son las columnas esenciales que dan sostenibilidad a los logros.
Jorge Omar Hambra
Director del Club Argentino de Negocios de Familia